La libertad que nos da el Espíritu Santo
nos permite aceptar que la felicidad se realice de maneras muy
diversas. El Espíritu nos hace descubrir que no hay una sola manera de
ser felices, sino muchas.
Nosotros nos apegamos a una forma de
ser felices, porque creemos que es la única. Hemos imaginado que sólo se
puede ser felices cuando no tenemos ningún problema, ninguna
enfermedad, ningún desafío. Pero eso es un engaño más que nos ata y nos
limita.
Es necesario entregarse al Espíritu Santo y aceptar que
él nos regale la felicidad como sea. Porque un modo de felicidad no es
la felicidad, es sólo un modo. Y el Espíritu Santo quiere hacerme
conocer muchas maneras de felicidad.
Es feliz quien en medio de
un problema es capaz de unirse a otro que tiene el mismo problema para
encontrar juntos una salida. Es feliz quien tiene una enfermedad, y es
capaz de descubrir el amor del Señor y descansar en su presencia en
medio de esa enfermedad. Es feliz quien es capaz de postergar sus deseos
y no pretende vivirlo todo ahora. Es feliz quien no pudo viajar a
Europa, pero puede pasar una tarde soleada a la orilla de un pequeño
arroyo.
Pidamos al Espíritu Santo que nos regale esa capacidad de
adaptación que nos permite aceptar la forma de felicidad que es posible
hoy, sin angustiamos por lo que ahora no es posible.
Amén! Gracias por esto. Ven Espíritu Santo en el nombre de Cristo Jesús y llena nuestros corszones de tu infinito amor. Gracias Abba!
ResponderBorrarNo se deben escudriñar las cosas demasiado elevadas y los juicios secretos de Dios.
ResponderBorrarJesucristo:- Hijo, guárdate de discutir de materias elevadas y de los secretos juicios de Dios, acerca de por qué éste es tan desamparado y aquel todo encumbrado a tan alto estado de gracia, y también acerca de por qué éste es tan afligido y aquel otro tan eximiamente ensalzado. Estas cosas exceden a toda raza humana capacidad de entendimiento; y ningún razonamiento o disquisición puede penetrar el juicio divino . Pir eso, cuando el enemigo te sugiere estas cosas o cuando también algunos hombres curiosos te las preguntan, responde con lo que dijo el profeta: "Justo eres Señor, y recto tu juicio"(Sal 119, 137) Y también: "Los juicios del Señor son verdaderos y justos en sí mismos" (Sal 19,10). Mis juicios han de ser temidos, no discutidos; porque son imcomprensibles para el entendimiento humano." La Imitación de Cristo - Thomas de Kempis
Hoy estoy muy afligida. Mi consuelo esta en saber que el senor Conocer mi dolor y no me juzga.te pido senor que me acompanes hoy y siempre.
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