lunes, 26 de noviembre de 2018

26 de Noviembre

El Espíritu Santo es un buen consejero. Por eso podemos decirle con el Salmo: “Bendigo al Señor que me aconseja; aun de noche me instruye en mi intimidad” (Salmo 16,7). El Evangelio elogia al justo Simeón porque él “se guiaba por el Espíritu Santo” (Lucas 2,25).

Si estamos atentos, el Espíritu Santo nos hace escuchar su consejo en lo profundo del corazón, y nos orienta por el camino correcto:

Recibe el consejo de tu corazón, pues ¿quién te será más fiel que él?... Y después de todo, suplica al señor que dirija tus pasos en la verdad” (Sirácides 37,13.15).

Cada vez que tenemos que tomar alguna decisión, y estamos confundidos, lo mejor es detenerse a pedirle al Espíritu Santo que nos aclare las ideas, que nos ayude a ver mejor, que nos muestre de alguna manera qué es lo que en realidad nos conviene.

Es cierto que debemos informarnos, consultar, reflexionar; pero lo primero debería ser invocarlo a él, creyendo de verdad que es el mejor consejero.

Cuando lo invocamos de verdad, podemos estar atentos a las respuestas que surgen en lo íntimo del corazón, y allí encontraremos luz.

4 comentarios:

  1. " Cuando lo invocamos de verdad, podemos estar atentos a las respuestas que surgen en lo íntimo del corazón, y allí encontraremos luz. "

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  2. Amén! Ven ES en nombre de Nueateo Señor Jesucristo y ayúdanoa a discernir. Gracias por todo!

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  3. Amem ven ami ayuda protejeme guia me por la luz y sostenme de tu mano para no caer y rendirme quita la ancieda y corrije mi camino sr amen

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  4. Pido la bendición del Espíritu Santo para mi nieto Walter Andréas e su cumpleaños. Amén. gracias

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