martes, 22 de noviembre de 2022

23 de noviembre


Ven Espíritu Santo, a despertar mi vida interior. Ven a elevar mi corazón en gratitud. 

Todo el universo es una alabanza gozosa para el Padre Dios. Lo adoran los pájaros cantando, lo adoran los arroyos corriendo entre los cerros, lo adoran el sol y la luna iluminando. 

Ayúdame Espíritu Santo, a compartir esa alegría de todo el universo. Enséñame a vivir con la sencillez y el gozo que tienen tus criaturas más simples. Quiero alegrarme con el color de las piedras, con la forma de las nubes, con la sencillez de la hierba y de las flores.

Espíritu Santo, lleno de vida purísima, vitalidad siempre nueva. Tú has querido derramar vida en el universo, y por eso existe la multitud variada de todas las criaturas.

También yo soy una llama de vida que tú has querido encender con tu poder sin límites. Te doy gracias, Señor, por el milagro de mi vida, porque me sacaste de la nada. Porque yo podría no existir, y sin embargo aquí estoy, sostenido por tu infinito poder.

Concédeme Señor, que pueda valorar y gozar esta vida que me das, que aprenda a disfrutarla con alegría y gratitud. Espíritu Santo, que hoy pueda alegrarme contemplando cada cosa, reconociendo la hermosura que has puesto en todos los seres.

Lléname de la alegría cósmica que invade todas las cosas, tú que eres el sublime Espíritu que todo lo llena.

Amén.”


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/p/ClSTXr3OBIC/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

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13 comentarios:

  1. Hoy le pediremos al Espíritu Santo que nos ayude a compartir la alegría de todo el universo y nos enseñe a vivir con la sencillez y el gozo que tienen las criaturas más simples para poder alegrarnos con el color de las piedras, con la forma de las nubes, o con la sencillez de la hierba y de las flores.

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  2. Que podamos alegrarnos con lo simple y cotidiano reconociendo en cada cosa la presencia maravillosa de nuestro creador

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    Respuestas
    1. Ven, Espíritu Santo, a darte gracias por todo, porque tu amor está reflejado en cada regalo diario de mi vida
      Gracias 🙏
      Gracias 🙏
      Gracias 🙏
      Amén 🙏

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  3. Espíritu Santo en tú mano estamos en tí confiamos en tí creemos asta nuestro infinito..m

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  4. AMÉN🕊🔥❤️🙏🏻💫

    “Ven Espíritu Santo, a despertar mi vida interior. Ven a elevar mi corazón en gratitud.

    Todo el universo es una alabanza gozosa para el Padre Dios. Lo adoran los pájaros cantando, lo adoran los arroyos corriendo entre los cerros, lo adoran el sol y la luna iluminando.

    Ayúdame Espíritu Santo, a compartir esa alegría de todo el universo. Enséñame a vivir con la sencillez y el gozo que tienen tus criaturas más simples. Quiero alegrarme con el color de las piedras, con la forma de las nubes, con la sencillez de la hierba y de las flores.

    Espíritu Santo, lleno de vida purísima, vitalidad siempre nueva. Tú has querido derramar vida en el universo, y por eso existe la multitud variada de todas las criaturas.

    También yo soy una llama de vida que tú has querido encender con tu poder sin límites. Te doy gracias, Señor, por el milagro de mi vida, porque me sacaste de la nada. Porque yo podría no existir, y sin embargo aquí estoy, sostenido por tu infinito poder.

    Concédeme Señor, que pueda valorar y gozar esta vida que me das, que aprenda a disfrutarla con alegría y gratitud. Espíritu Santo, que hoy pueda alegrarme contemplando cada cosa, reconociendo la hermosura que has puesto en todos los seres.

    Lléname de la alegría cósmica que invade todas las cosas, tú que eres el sublime Espíritu que todo lo llena.

    GRACIAS 💫
    GRACIAS 💫
    GRACIAS 💫

    R.E.O.R 🕊🔥❤️🙏🏻💫

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  5. Gracias!!! Espíritu Santo por el regalo de la vida y por el de mi Familia...GRACIAS!!!🙏❤

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  6. Ven Espiritu Santo actúa sobre mi familia y camina junto a mi AMÉN gracias por todo

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  7. El Espíritu Santo no consiente la mediocridad; siempre quiere llevarnos a algo más.

    El martirio es una muestra de lo que puede llegar a provocar el Espíritu Santo. Por eso la Iglesia nos propone recordar a los mártires de distintas regiones de la tierra, para reconocer la acción del Espíritu Santo y para estimular nuestra entrega. Hoy recordamos a los 117 mártires de Vietnam.

    Estos mártires son personas de diversas condiciones y estados de vida: obispos, sacerdotes, catequistas, padres de familia, profesionales, pescadores. Así vemos que, en cualquier situación que vivamos, es posible entregarlo todo. Cada uno de nosotros, en la tarea que le toque realizar, puede dejarse tomar por el Espíritu Santo, y dar la vida en esa tarea generosa.

    Uno de estos mártires, llamado Pablo, decía con firmeza, en medio de los tormentos espantosos que le hacían sufrir: “Estoy lleno de gozo y de alegría. No estoy solo, Cristo está conmigo».

    A pesar de las crueles persecuciones, que buscaban amedrentar a los pobladores para que no se hicieran cristianos, hoy la Iglesia en Vietnam ya tiene unos seis millones de fieles cristianos. Por eso, ninguna circunstancia adversa debería hacernos pensar que no vale la pena entregarse, que nada puede ser mejor, que nuestra entrega es inútil. Ninguna lucha, llevada con amor, será infecunda, más allá de lo que nosotros lleguemos a ver con nuestros ojos. Por eso, cuando nos parece que sufrimos inútilmente, invoquemos al Espíritu Santo, y dejemos que él bendiga ese dolor. De esa manera, nuestro sufrimiento dará frutos preciosos.

    Los mártires nos impulsan a entregar la vida, cada día. Es posible, si nos dejamos impulsar y fortalecer por el Espíritu Santo.

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  8. Hoy le pediremos al Espíritu Santo que nos ayude a reconocer que ninguna lucha, llevada con amor, será infecunda, más allá de lo que nosotros lleguemos a ver con nuestros ojos. Por eso, cuando nos parece que sufrimos inútilmente, invoquemos al Espíritu Santo, y dejemos que él bendiga ese dolor. De esa manera, nuestro sufrimiento dará frutos preciosos.

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  9. Ven, Espíritu Santo y bendice cada dolor que yo padezca, porque todos valen la pena y darán frutos preciosos.
    Gracias 🙏
    Gracias 🙏
    Gracias 🙏
    Amén 🙏

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  10. Bendito y alabado sea siempre el señor. El es nuestra roca

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