sábado, 25 de octubre de 2014

26 de Octubre

El Espíritu Santo ama mi felicidad. Es un error tremendo creer que sólo podemos ofrecerle nuestros sufrimientos, como si a él no le interesara que disfrutemos de esta vida.

Es cierto que él puede ayudarnos cuando estamos pasando un momento difícil. Pero también espera que lo reconozcamos en medio de nuestras alegrías y placeres.

Algunas personas, cuando están viviendo un buen momento, no saben disfrutarlo, porque piensan que eso no le interesa a Dios. O sienten que no son dignos de disfrutar, o que sólo valen el sacrificio y el trabajo. Olvidan que Dios nos ama, y nos ama con generosidad y con ternura. Es como cualquier amigo que nos quiere en serio, y que se alegra cuando las cosas nos van bien y podemos ser felices.

Por eso, cuando estemos pasando un buen momento, disfrutémoslo y démosle gracias al Espíritu Santo. Si no somos egoístas y somos capaces de compartir con los demás, el Espíritu Santo disfruta con nosotros.

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