El Espíritu Santo es Dios. Por eso podemos dirigirnos a él con estas hermosas palabras de los Salmos:
"Señor, qué
precioso es tu amor. Por eso los humanos se cobijan a la sombra de tus
alas, se sacian con tu hermosura y calman la sed en el torrente de tus
delicias" (Salmo 36,8-9).
"Dios mío, yo
te busco, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela como una tierra
reseca y sedienta... Tu amor vale más que la vida, mis labios te adoran.
Yo quiero bendecirte en mi vida y levantar mis manos en tu nombre. Y mi
alma se empapará de delicias y te alabará mi boca con cantos
jubilosos... Me lleno de alegría a la sombra de tus alas. Mi alma se
aprieta contra ti, y tú me sostienes" (Salmo 63,2-9).
"Señor, en ti me cobijo, no dejes que me quede confundido. Recóbrame con tu amor, líbrame" (Salmo 31,2).
"Es bueno darte gracias, Señor, y cantar a tu nombre, anunciar tu amor por la mañana y tu fidelidad cada noche" (Salmo 92,2-3).
Espíritu Santo, eres fuerza:
ResponderBorrarlevántame del suelo...
http://palabrasdeaguayluz.blogspot.com/2016/02/eres-agua-viva-dame-de-beber.html