"Ven
Espíritu Santo, entra en mi mente, en esa locura de mis pensamientos
que me perturban. Pacifica este interior inquieto. Ayúdame a dominar y
serenar mis pensamientos para que reine en mí tu paz.
Ven Espíritu
Santo a dominar mi mente con tu santísima calma. Armoniza ese mundo de
mi mente y llévate lejos todo pensamiento que provoque angustias o
nerviosismos, tristezas o inquietudes inútiles.
Ven Espíritu Santo,
toma esas imágenes alocadas que dan vueltas dentro de mí, para que pueda
reflexionar serenamente, orar bien, y avanzar sin preocupaciones que no
valen la pena.
Ven Espíritu Santo, y lléname de pensamientos bellos, que me ayuden a vivir.
Amén."
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