lunes, 16 de abril de 2018

16 de Abril

Nosotros somos templos del Espíritu Santo. Por eso San Pablo reprochaba con preocupación: "¿No saben que son templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?" (1 Corintios 3,16).

Muchas veces nos sentimos indignos porque dentro de nosotros habitan muchas cosas oscuras: rencores, malas intenciones, recuerdos dolorosos, egoísmos, etc. Entonces de alguna manera nos despreciamos a nosotros mismos. Sin embargo, la Palabra de Dios nos invita a reconocer nuestra dignidad, porque el mismo Espíritu Santo quiere habitar en nosotros. En realidad, él ya vive en nosotros, pero quiere penetrar más y más hasta transformar e iluminar el más escondido rincón de nuestra vida. Eso a veces nos da un poco de temor, porque no queremos ser invadidos. Sin embargo, nada malo puede hacernos el Espíritu de vida. Al contrario, donde él entra abunda la paz, la alegría, la libertad. Es bello descubrir que él mismo, el infinito, el bellísimo, el poderoso, la pura luz, quiere habitar cada vez más dentro de mí. Yo soy pequeño, soy pobre, soy limitado, pero el Espíritu divino desea habitar en mí. ¡Gracias Señor!

1 comentario:

  1. Buenos días amado Espíritu Santo, gracias por un día más de vida!!! Si es cierto todo lo leído, me da temor, miedo y yo soy mi peor juez; pero por favor sígue adelante y entra de lleno en mi Ser e ilumíname con toda tu maravillosa luz para que juntos podamos iluminar a todos mis hermanos. Te lo pido en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y su amada madre la Virgen María. Gracias y Amén

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