Muchas veces sufrimos por la agresividad que llevamos dentro.
Algunas personas reaccionan mal, con agresiones o ironías; otras se callan, pero se aíslan resentidas. Hay muchas tensiones interiores que nos llevan a sentirnos mal con las demás personas. A veces hay cosas que nos molestan y no sabemos bien por qué; otras veces sentimos rechazo por cosas que no son tan importantes.
Es necesario llevar calma y armonía a ese mundo interior, para que no desgastemos tantas energías inútilmente.
El Espíritu Santo puede sanar nuestro interior para que nos liberemos de muchas tensiones innecesarias, para que renunciemos a la guerra con los demás, para que dejemos de resistirnos ante las cosas que nos irritan y aprendamos a aceptarlas como parte de la vida.
Si dejamos que el Espíritu Santo nos serene en un momento de oración, podemos decirle no a la violencia interior y optar sinceramente por la paz del corazón. Esto no significa que no luchemos o que no discutamos cuando es necesario. Sólo significa que aprendamos a hacerlo sin perder la calma interior.
Con la gracia del Espíritu Santo podemos lograrlo, porque él es el dulce maestro interior.
Gracias Jesús por regalarnos tu santo espíritu. Gracias por esos cinco minutos que nos regalas cada mañana
ResponderBorrarAdorado Espíritu Santo! Gracias por un día más de vida y por todo lo que me das! Te pido en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que aplaques mi ira y que me ayudes a mantener calma y armonía y contagiar eso a mi hermanos. ES lléname de ti y no me abandones te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén y gracias ABBA
ResponderBorrarEspíritu Santo, te ruego hoy, entres en cada corazón aguitado y calmes nuestra alma perturba por la traición, venganza, ambición, pereza, por el estres, squisobrenia, por las almas que estamos sumergidas en los vicios del alcohol, drogas, pornografia y sobre todo te pido hoy por nosotras las mujeres que llevamos en el vientre a un ser hermoso, ayúdanos a amarlo a protejerlo a no pensar en el aborto, llena hoy, te ruego, ese vacío de ti.
ResponderBorrarGracias Señor porque hablaste directo a mi corazón. Alabado seas por siempre!
ResponderBorrarDulce Maestro, muéstrame tu paciencia y humildad, domina mi soberbia y mi ira, derrama bendiciones en mi para que el día a día sea de serenidad y paz interior. Renace en mi alma para que los qoe me rodean encuentren alegria y paz estando junto a mi.
ResponderBorrar" Si dejamos que el Espíritu Santo nos serene en un momento de oración, podemos decirle no a la violencia interior y optar sinceramente por la paz del corazón. Esto no significa que no luchemos o que no discutamos cuando es necesario. Sólo significa que aprendamos a hacerlo sin perder la calma interior. "
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