martes, 31 de julio de 2018

31 de Julio

Es hermoso recorrer la vida de los santos para percibir lo que puede hacer el Espíritu Santo en la vida de un ser humano, para ver cómo el Espíritu Santo puede cambiar completamente la vida de una persona y llevarla a lo más alto. Hoy recordamos lo que hizo el Espíritu Santo en San Ignacio de Loyola.

Después de una batalla, defendiendo la ciudad de Pamplona, el valiente Ignacio quedó herido. Allí el Espíritu Santo aprovechó para hacer de las suyas. Durante el tiempo de reposo Ignacio se dedicó a la lectura, y este providencial acontecimiento hizo que leyera la vida de Cristo y algunas vidas de santos, con lo cual se encendió en él la llama de la entrega apasionada al Señor.

En el altar de la Virgen de Montserrat dejó su espada y comenzó una peregrinación vestido de mendigo. Al poco tiempo alcanzó una gran profundidad espiritual que expresó en sus Ejercicios Espirituales.

Luego de una adecuada preparación, se ordenó de sacerdote y formó un pequeño grupo con fuertes inquietudes evangelizadoras. De allí surgió después su fecunda Compañía de Jesús. Sus obras y las de su Compañía son incontables. A la muerte de Ignacio, en 1556, la Compañía había llegado a la India y a Japón, con un inquebrantable entusiasmo y creatividad evangelizadora. Ciertamente la tarea evangelizadora de la Iglesia le debe muchísimo.

Pasó los últimos tiempos de su vida disfrutando de altísimas experiencias místicas, cargadas de llamativa ternura y de místico gozo, que aparecen reflejadas en su diario íntimo. Para Ignacio Dios debía ser el principio y el fundamento de todo. Por eso, lo primero en la vida cristiana consiste en aceptar con amor que la propia vida haya sido creada para amar, adorar y servir a Dios. Aceptando eso con sinceridad, entonces sí es realmente posible dejarlo todo y entregarlo hasta el fin, sin reservas. De hecho, la vida de Ignacio estuvo consagrada a buscar la mayor gloria de Dios, y todas sus obras eran realizadas con esa finalidad.

Pidámosle al Espíritu Santo que nuestra vida no transcurra en la mediocridad, que nos transforme hasta el fondo y nos lleve a vivir en profundidad, entregándolo todo. No podemos hacerlo solos; pero el Espíritu Santo puede hacerlo, si cooperamos con él.

6 comentarios:

  1. Pidámosle al Espíritu Santo que nuestra vida no transcurra en la mediocridad, que nos transforme hasta el fondo y nos lleve a vivir en profundidad, entregándolo todo

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  2. Espíritu Santo, Gracias. invade mi alma con el fuego de tu amor, guía mis pasos a donde tu quieras Padre.

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  3. Adorado Espírutu Sanro, gracias por un día más de vida y por todo lo que me das!!! Entra en mi vida y tócame, protégeme, házme justicia en el numbre de Cristo Jesús Solo tú y mi Abba pueden leer mi corazón y saben todo lo que yo he pasado tengan misericordia de mi se los ruego. Amén porque ya no puedo más hagan mi carga liviana y perdón por mis pecados. Amén y gracias.TODO LO PUEDO EN MI SEÑOR JESUCRISTO QUE ME FORTALECE.

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  4. Ven Espíritu Santo!! Que por intercesión de San Ignacio de Loyola nos entreguemos sin medida a Dios y a nuestro prójimo. No por nuestras fuerzas sino por tu gracia. Ven Espíritu Santo!! Amén

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  5. Espíritu Santo tú que me lo aclaras todo tú que me iluminas el camino para que yo alcance mi ideal tu que me das el don divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen, yo quiero en este instante confirmar que nunca quiero separarme de ti por mayor que sea muy ilusión material deseo estar contigo y todos mis seres queridos para la gloria perpetua gracias por tu misericordia para conmigo los míos gracias Dios mío amén

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