lunes, 30 de septiembre de 2024

1 de octubre


Hoy recordamos a Santa Teresita de Lisieux. En ella podemos reconocer la generosa ternura que puede infundir el Espíritu Santo en nuestras vidas.

Ella vivió y creció con una bella conciencia de ser inmensamente amada por Jesucristo. Por eso desde niña ansiaba consagrarse a Dios en la clausura; entonces se hizo carmelita. Pero su amor a Jesús no era sólo un deseo de vivir tranquila, abrazada por el Señor. Porque el Espíritu Santo le hizo ver con claridad que quien ama a Jesús se identifica con su deseo, empieza a desear lo que Jesús desea. Por lo tanto, su pasión era ser un instrumento de Jesús para hacer el bien.

Teresita no sentía un gran atractivo por la tranquilidad del cielo. Más bien le interesaba que en el cielo podría estar más cerca de Jesús para que su oración fuera más eficaz y pudiera interceder por nosotros con más fuerza. Eso se expresaba en su promesa de que después de su muerte haría caer una lluvia de rosas.

Pero lo que más se destaca en su vida es la infancia espiritual. No se trata de un infantilismo débil o romántico, sino de una actitud valiente y grandiosa: renunciar a la miserable tentación de creernos dioses todopoderosos, de sentirnos el centro del universo o de pensar que somos más que los demás. Hacerse como niños es confiar sin reservas en el amor de Dios, y así no necesitar más dominar a los demás, aprovecharse de ellos o buscar con desesperación sus elogios y reconocimientos. Teresita vivió a fondo esta actitud gracias a la obra transformadora del Espíritu Santo.

El Evangelio nos invita a recuperar la actitud de humilde confianza que caracteriza a los niños; el Reino de Dios debe ser recibido con esa confianza, propia del que sabe que solo no puede. Así como un niño que en los momentos de temor reclama sinceramente la presencia de su Padre, el corazón tocado por el Espíritu Santo ha renunciado a su autonomía, sabe que necesita de su poder, que sin él no tiene fuerza ni seguridad, que en él está la única verdadera fortaleza.


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

domingo, 29 de septiembre de 2024

30 de septiembre


Nosotros buscamos al Espíritu Santo, no solamente para vivir bien, sino también para santificarnos, para llegar a lo más alto de la vida espiritual. Ofrezcámonos al Espíritu Santo, hagamos una profunda consagración de nuestras vidas, para que él nos trasforme completamente. Expresemos este deseo con las palabras de Dom Vandeur:

"Espíritu Santo, amor unitivo del Padre y del Hijo, 
fuego sagrado que Jesucristo nuestro Señor trajo a la tierra, 
para quemarnos a todos en la llama del eterno amor. 
Te adoro, te bendigo, y aspiro con toda el alma a darte gloria. 
Con este fin, te hago esta ofrenda con todo mi ser, 
cuerpo y alma, espíritu, corazón, voluntad, 
fuerzas físicas y espirituales.
Me doy a ti y me entrego tan plenamente 
como le sea posible a tu gracia, 
a las acciones divinas y misericordiosas 
de ese amor que eres tú, en la unidad del Padre y del Hijo.
Llama ardiente e infinita de la Santísima Trinidad, 
deposita en mi alma la chispa de tu amor, 
para que la llene hasta desbordar de ti mismo;
para que transformada por la acción de tu fuego en caridad viva, 
pueda, con mi sacrificio, irradiar luz y calor 
a todos los que se me acerquen.
Amén
."


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

sábado, 28 de septiembre de 2024

29 de septiembre


Recordemos que "donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad" (2 Corintios 3,17).

Nosotros creemos que somos libres cuando estamos solos, cuando nadie nos molesta, cuando podemos hacer lo que queremos, cuando nos dejamos llevar por nuestras inclinaciones naturales. Una persona que se entrega al alcohol o a la droga se engaña creyendo que es más libre que los que no lo hacen. Pero los demás pueden ver cómo esa persona cada vez está más limitada, cada vez está más dependiente del alcohol y de la droga, cada vez es menos libre para elegir otras cosas, hasta que le resulta imposible vivir sin el vicio. ¿Quién puede ser tan ingenuo como para llamarle libertad a eso?

La libertad es un don que Dios nos da para que vayamos haciendo un camino positivo en la vida, un camino que nos lleve a la felicidad. En ese camino el Espíritu Santo nos va sanando y nos va liberando de las cosas que nos esclavizan, y así cada vez somos más libres: nada se nos hace indispensable, nada se nos hace absoluto, somos realmente libres para elegir porque nada nos domina. Esa es la libertad del Espíritu. Pero en realidad, cuando San Pablo nos habla de la libertad del Espíritu Santo, quiere decir que no nos sentimos obligados a ser buenos y santos, sino que lo hacemos porque estamos inclinados a eso desde lo más profundo de nuestra libertad; vivimos bien porque así lo elegimos con toda libertad. Nadie podrá decirnos que estamos obligados a amar a Dios. El amor es libre o no es amor, porque es imposible obligar a alguien a amar. Esa es la maravillosa libertad del Espíritu Santo.


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

28 de septiembre


Cuando alguien está sereno y pacificado por dentro, es capaz de percibir la armonía que hay en el universo; pero si está inquieto y perturbado, todo lo que ve y escucha le parece fuera de lugar.

De hecho, cuando una persona está en armonía por dentro, cuando va al campo es capaz de gozar percibiendo la armonía que hay entre todos los sonidos que se escuchan al atardecer.

Los distintos pájaros, las vacas, el ruido del pasto y de las ramas que se mueven, algunas voces, y hasta los rumores de la carretera que se oyen lejanos. Todo produce una preciosa armonía.

Pero la persona que no está pacificada por dentro se siente molesta por esos sonidos. Quisiera un silencio absoluto, o desearía oír sólo algunos de esos sonidos, y no otros. Quiere que el mundo se adapte a sus pretensiones. Y no encuentra calma.

Por eso, tenemos que descubrir que lo más importante no es que el mundo cambie, sino que cambiemos nosotros. Pidamos al Espíritu que armonice nuestro interior, para que así podamos estar en armonía con la vida.


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

viernes, 27 de septiembre de 2024

27 de septiembre


Hoy recordamos al generoso San Vicente de Paul, y así podemos descubrir de qué manera actúa el Espíritu Santo cuando hay hermanos sufriendo necesidades.

Luego de ser ordenado sacerdote a los 19 años, fue tomado preso por los turcos, que lo llevaron a Túnez y lo vendieron como esclavo a un viejo médico. De este médico aprendió varios métodos medicinales que luego utilizó. Al morir el médico, se apoderó de él un hombre a quien convirtió, y juntos viajaron a Roma. Después volvió a París y dejó para siempre las aventuras para dedicarse de lleno a los pobres, enfermos y condenados a esclavitud. Así vivía aquel consejo bíblico: "Acuérdense de los presos, como si estuvieran presos con ellos, y de los maltratados, recordando que ustedes también tienen un cuerpo" (Hebreos 13,3).

Fundó una congregación para la predicación en las poblaciones rurales, y una congregación femenina para atender enfermos y asistir a los pobres en sus domicilios. Promovió la fundación de hospitales para niños, asilos para ancianos, y organizó la ayuda a las poblaciones más pobres. Tenía el gran objetivo de erradicar la mendicidad, y logró convocar a toda la sociedad francesa para cumplirlo. Su pasión por los pobres logró motivar hasta a los más fríos e indiferentes.

Ese cambio sólo es posible por la acción del Espíritu Santo, porque sólo él nos saca de la comodidad egoísta para que sepamos mirar a los demás con verdadero amor. El Espíritu Santo coloca en nosotros la mirada de Jesús, que es capaz de compadecerse de corazón al ver a los que sufren sin tener quien los auxilie.

Por eso, cuando alguien está padeciendo, sin poder resolver sus necesidades más urgentes, no es porque Dios no desee liberarlo, sino porque alguno de los instrumentos humanos que podrían ayudarlo no se deja tocar por el Espíritu Santo, no se deja movilizar por su amor. Los que se dejan llevar por el Espíritu Santo, no sólo son generosos, sino que son creativos, inquietos para encontrar la forma de hacer felices a los demás. En San Vicente de Paul podemos reconocer a un instrumento fiel y creativo, que se entregó con entusiasmo a buscar los medios para auxiliar a los enfermos y a los pobres, y el Espíritu Santo manifestó su poder y su amor a través de la misericordia y de la entrega laboriosa de Vicente.


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

martes, 24 de septiembre de 2024

25 de septiembre


"Ven Espíritu Santo, a limpiar mis miserias. 
No quiero que mis debilidades y pecados me quiten la alegría, la fuerza, la energía, el empuje de mi entrega. No quiero que mis errores me detengan y me debiliten. Porque tú tampoco lo quieres.
Pero necesitas que reconozca mis pecados y no te los oculte, para así poder sanarme. Esperas que mire con claridad mis errores, sin excusas. No te agrada que me paralicen los escrúpulos y la culpa, pero esperas que reconozca ante ti mis caídas, para poder liberarme. 
Ven Espíritu Santo, no puedo ocultarte nada. Todo está claro y patente ante tu mirada que todo lo ve, que me penetra por completo. Todo lo sabes, y no tiene sentido que intente escapar avergonzado.
Tu amor me espera con infinita ternura para quemarlo todo en ese fuego abrasador. 
Límpiame una vez más Espíritu Santo, porque quiero hacer de mi vida una ofrenda cada día más bella.
Amén
."


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

lunes, 23 de septiembre de 2024

24 de septiembre


No podemos olvidar que Jesús nos ha dejado un precioso regalo que nos ayuda a tomar conciencia de que él está: su presencia en la Eucaristía.

El Espíritu Santo es el que convierte el pan en Jesús. Por eso, en la Misa, el sacerdote invoca al Espíritu Santo para que descienda sobre los dones del altar.

Entonces, podemos pedirle al Espíritu Santo que nos ilumine, para reconocer la presencia de Jesús en la Eucaristía y para que podamos encontrarnos con él.

Cuando nos ponemos a orar frente al sagrario, o cuando lo contemplamos en una adoración eucarística, podemos reconocerlo a Jesús presente frente a nosotros, dispuesto a entablar un diálogo cercano, íntimo, sincero. Y aunque a Jesús podemos encontrarlo en todas partes, su presencia en la Eucaristía es la más perfecta de todas.

Por eso, si deseamos estar en su presencia, no hay nada mejor que invocar al Espíritu Santo, y colocarnos frente a la Eucaristía, mirarlo, dejarnos mirar por él, hablarle de nuestras cosas, escuchar su delicada voz.

Ese momento puede llenarnos de fuerza y de paz, porque de la Eucaristía brota la vida del Espíritu Santo; allí se derrama el Espíritu para nosotros.


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/

https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/

https://youtube.com/@cincominutosdelespiritusanto

https://t.me/CincoMinutosDelEspirituSanto

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana

domingo, 22 de septiembre de 2024

23 de septiembre


Nuestro corazón humano está permanentemente inclinado al egoísmo. Es imposible que sólo con sus propias fuerzas logre dar el paso hacia una verdadera generosidad.

A veces sentimos que sería bello entregar la vida en el servicio, con un amor verdaderamente preocupado por los demás, capaz de darlo todo. Pero al mismo tiempo sentimos que no somos capaces, que de inmediato nos preocupamos por nuestras cosas, y los demás quedan para otro momento. Muchas veces nos engañamos creyendo que amamos, pero en realidad buscamos a las personas que puedan hacernos sentir bien. Eso no es más que otra forma de buscarse a sí mismo, y de tener a los demás al servicio de las propias necesidades.

Ya que es imposible cambiar eso con nuestras fuerzas, no nos queda más que pedirle cada día al Espíritu Santo que nos regale un corazón generoso.

Sin embargo, podemos cooperar con el Espíritu Santo, ya que él no nos cambia sin nosotros. Él debe derramar primero su amor y su gracia, pero ese amor no produce frutos, no crece, no termina de cambiar nuestro comportamiento, sin alguna cooperación de nuestra parte.

Además de suplicar, nosotros podemos cooperar de distintas maneras. Por ejemplo, tratando de motivarnos, para que se despierten más inquietudes en nuestro corazón y descubramos que es bello ser generosos. Entonces, podemos leer cosas que nos motiven a la generosidad, podemos escuchar canciones que nos ayuden a alimentar ese deseo, y evitar todo lo que alimente nuestro egoísmo. Otra manera de cooperar con el Espíritu Santo es hacer algunos intentos, aunque sea pequeño, de dedicar tiempo a los demás, de renunciar a algo por la felicidad de otro.

Esta cooperación nuestra, como respuesta a la gracia del Espíritu Santo, permitirá que un día logremos tomar una decisión firme y clara de darnos a los demás, de donarnos generosamente, de estar atentos a las necesidades de los demás para ayudarlos a ser felices. Esa decisión sincera será un cambio precioso en nuestra vida.


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

👇 Consigue el libro aquí:

https://claretiana.odoo.com/r/3Ng

#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana