3 de mayo

"Espíritu Santo, quiero dejar en tu presencia los frutos de mi trabajo.
Dame un corazón humilde y libre, que no esté atado a las vanidades, reconocimientos y aplausos.
Dame un corazón simple que sea capaz de darlo todo, pero dejándole a Jesús la gloria y el honor.
Derrama en mí tu gracia para que pueda vivir desprendido de los frutos de mis esfuerzos, para que en mi trabajo busque tu gloria, sin obsesionarme por determinados resultados.
Dame ese desprendimiento, Espíritu Santo, libérame del orgullo, para que pueda trabajar intensamente, pero con la santa paz y la inmensa felicidad de un corazón desprendido.
También te ruego que sanes todo sabor amargo, todo resentimiento, y todo lo que hubo de egoísmo o de vanidad en mi trabajo. 
Ayúdame Señor, para que la próxima vez pueda vivirlo con más generosidad, sencillez y alegría.
Permíteme descansar un momento en tu presencia.
Amén."


📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.

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Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 3 de mayo

"Espíritu Santo, hoy vengo a entregarte mi trabajo, mi esfuerzo, y todo lo que hago cada día. Te pido que me liberes de la necesidad de ser reconocido, de la ansiedad por los resultados, del orgullo que a veces se cuela en mis acciones. Enséñame a trabajar con alegría y sencillez, a ofrecer todo lo que hago sin esperar aplausos ni recompensas. Que pueda descansar en tu presencia con la paz de saber que todo lo que hago, si lo hago con amor, tiene valor ante tus ojos. Sana en mí toda vanidad, toda queja y todo resentimiento, y ayúdame a vivir mi trabajo como un servicio generoso, libre y lleno de tu luz. 

Amén."