Es hermoso recorrer la vida de los
santos para percibir lo que puede hacer el Espíritu Santo en la vida de
un ser humano, para ver cómo el Espíritu Santo puede cambiar
completamente la vida de una persona y llevarla a lo más alto. Hoy
recordamos lo que hizo el Espíritu Santo en San Ignacio de Loyola.
Después
de una batalla, defendiendo la ciudad de Pamplona, el valiente Ignacio
quedó herido. Allí el Espíritu Santo aprovechó para hacer de las suyas.
Durante el tiempo de reposo Ignacio se dedicó a la lectura, y este
providencial acontecimiento hizo que leyera la vida de Cristo y algunas
vidas de santos, con lo cual se encendió en él la llama de la entrega
apasionada al Señor.
En el altar de la Virgen de Montserrat dejó
su espada y comenzó una peregrinación vestido de mendigo. Al poco tiempo
alcanzó una gran profundidad espiritual que expresó en sus Ejercicios Espirituales.
Luego
de una adecuada preparación, se ordenó de sacerdote y formó un pequeño
grupo con fuertes inquietudes evangelizadoras. De allí surgió después su
fecunda Compañía de Jesús. Sus obras y las de su Compañía son
incontables. A la muerte de Ignacio, en 1556, la Compañía había llegado a
la India y a Japón, con un inquebrantable entusiasmo y creatividad
evangelizadora. Ciertamente la tarea evangelizadora de la Iglesia le
debe muchísimo.
Pasó los últimos tiempos de su vida disfrutando
de altísimas experiencias místicas, cargadas de llamativa ternura y de
místico gozo, que aparecen reflejadas en su diario íntimo. Para Ignacio
Dios debía ser el principio y el fundamento de todo. Por eso, lo primero
en la vida cristiana consiste en aceptar con amor que la propia vida
haya sido creada para amar, adorar y servir a Dios. Aceptando eso con
sinceridad, entonces sí es realmente posible dejarlo todo y entregarlo
hasta el fin, sin reservas. De hecho, la vida de Ignacio estuvo
consagrada a buscar la mayor gloria de Dios, y todas sus obras eran
realizadas con esa finalidad.
Pidámosle al Espíritu Santo que
nuestra vida no transcurra en la mediocridad, que nos transforme hasta
el fondo y nos lleve a vivir en profundidad, entregándolo todo. No
podemos hacerlo solos; pero el Espíritu Santo puede hacerlo, si
cooperamos con él.
Ven Espíritu Santo Ayúdame a descubrir el sentido de mi vida, necesito de ti...
ResponderBorrarEspiritu santo quiero conocerte para sanar mis heridas deseo tu bendición
ResponderBorrarGenial si la mitad del mundo fuera asi ...como cambiaria todo
ResponderBorrarVen Espíritu Santo inunda mi ser y ayudame a caminar siempre tomado de la mano de Jesucristo.
ResponderBorrarVen Espíritu Santo, desciende sobre mi ser y colmame de paz, amor, felicidad y mucha salud fisica, mental y espiritual. Ayúdame a pasar esta situacion de salud tan complicada por la que pasó y seguir adelante como el padre Ignacio.
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