Hoy contemplamos lo que hizo el Espíritu en la vida de Santa
Catalina de Siena. Por una parte, en ella vemos realizada la sabiduría de los
sencillos, porque Catalina era una mujer analfabeta, sin formación, que llegó a
explicar misterios profundos de la vida espiritual y fue capaz de sacar de sus
errores a muchos pretendidos sabios de su época. La acción del Espíritu en
quien se deja enseñar por él, produce la más alta sabiduría, e infunde en los
aparentemente débiles un arrojo incomprensible. La humilde e inculta Catalina
era capaz de dirigirse al Papa dándole consejos y de reprochar de frente las
debilidades de los obispos.
Además, el hombre o la mujer donde obra el Espíritu, que se
deja llevar en la existencia por el impulso de vida del Espíritu Santo, pierde
el temor al desgaste que pueda ocasionarle su misión; ya no le tiene miedo al
paso del tiempo, a la pérdida de energías, y cada vez experimenta una seguridad
mayor, prueba "gozo y paz en el Espíritu Santo" (Romanos 14,17). Por
la firme vitalidad que le ha ido dando el Espíritu con el paso de los años,
"en la vejez seguirá dando fruto, y estará frondoso y lleno de vida"
(Salmo 92,15).
La vida de Dios en nosotros nos hace experimentar, cuando
una parte de nosotros se va desgastando, que hay otro nivel de vida que va
creciendo: "Al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas le acrecienta
la energía" (lsaías 40,29-31).
Es bueno que hoy pidamos al Espíritu Santo que derrame en
nosotros esa sabiduría de los humildes y esa fortaleza de los santos que se
dejan conducir por él.
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ResponderBorrarDios nuestro
Danos sabiduría para que podamos comprender los misterios de la vida espiritual y esto sirva para estar más cerca de Tí y estar unidos a Cristo Jesus
Amen