Te propongo que hagas un pequeño instante de profunda oración para que trates de reconocer al Espíritu Santo en tu interior y así descubras que la soledad no existe, porque él está.
Es importante que intentes hacer un hondo silencio, que te sientes en la serenidad de un lugar tranquilo, respires profundo varias veces, y dejes a un lado todo recuerdo, todo razonamiento, toda inquietud. Vale la pena que le dediques un instante sólo al Espíritu Santo, porque él es Dios, y es el sentido último de tu vida.
Trata de reconocer en el silencio que él te ama, que él te está haciendo existir con su poder y te sostiene, que él te valora.
Siente por un instante que su presencia infinita y tierna es realmente lo más importante. Y quédate así por un momento, dejando que todo repose en su presencia.
Buenos días adorado Espíritu Santo, haré el silencio que me pides como trato de hacerlo cada día, te ruego respondas mis preguntas y me hagas ser cada vez más como Cristo. Te pido por todos mis hermanos que en este mundo los que no te conocen te lleguen a conocer de alguna forma para que cambies su vida y les des paz y EL AMOR infinito de nuestro Padre; te lo pido en el nombre de nuestra madre la Virgen María y su maravilloso hijo Jesucristo. Amén y Amén. Gracias por todo. Te amo
ResponderBorrarél te valora.
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