Tenemos que decir que las tres Personas de la Trinidad habitan en nosotros porque están permanentemente dándonos la vida. Así viven en nosotros como el Creador en su criatura amada. Pero cuando estamos en gracia de Dios esa presencia es mucho más maravillosa, porque habitan en nosotros como Amigos, y todo lo bueno que podamos hacer nos va acercando cada vez más a una intimidad amorosa con Dios, a un conocimiento profundo, a la vida eterna.
Además, cuando estamos en gracia de Dios, podemos decir que de un modo especial habita en nosotros el Espíritu Santo, que es el "dulce huésped del alma". Porque cuando estamos transformados por la gracia, el Padre y el Hijo están derramando en nuestra intimidad el Espíritu Santo, que experimentamos en la vivencia del amor.
Por ejemplo, cada vez que confesamos nuestros pecados, o recibimos la Eucaristía, lo más importante que se derrama en nosotros junto con la gracia es el amor, y así, movidos por la gracia, podemos hacer actos de amor cada vez más bellos. Ese amor está particularmente unido al Espíritu Santo, y es un reflejo de lo que es el puro amor. Por eso podemos decir que el Espíritu Santo habita en nosotros de un modo especial, y que en los Sacramentos lo recibimos a él de una forma particular.
📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.
https://www.instagram.com/cincominutosdelespiritusanto/
https://m.facebook.com/people/Los-cinco-minutos-del-Esp%C3%ADritu-Santo/100064745704646/
https://www.youtube.com/channel/UCD-wbShgUNQhzf4g-hXtpCA
👇 Consigue el libro aquí:
https://claretiana.odoo.com/r/3Ng
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #Claretiana
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 20 de abril
"Dios amoroso y eterno, hoy me reconozco como templo de tu presencia trinitaria, donde habitas como Creador, como Amigo y como Espíritu Santo. En tu gracia, experimento la maravilla de tu cercanía y amor constante. Cuando estoy en gracia, siento de manera especial tu Espíritu Santo morando en mí como el dulce huésped de mi alma.
Cada acto bueno que realizo, cada vez que me acerco a ti en los Sacramentos, sé que recibes mi amor como un reflejo del tuyo propio. Que tu Espíritu Santo siga obrando en mí, transformándome en un canal de tu amor puro y divino, y guiándome hacia una comunión más profunda contigo.
Gracias por habitar en mí de manera tan íntima y amorosa. Que mi vida sea siempre un testimonio de tu gracia y amor incondicional.
Amén."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario