Dice el Evangelio que Jesús estaba lleno del Espíritu Santo, porque el Padre Dios "le da el Espíritu sin medida"
(Juan 3,34). Sin medida, y eso significa que Jesús está repleto del
fuego, la luz y el poder del Espíritu Santo. Todo su ser desborda de
vida, de amor y de belleza, porque él posee el Espíritu sin medida.
Imaginemos
a Jesús feliz por esa presencia plena y desbordante del Espíritu en su
corazón, imaginemos cuánta libertad, cuánta alegría, cuánta fuerza había
en él cuando predicaba, cuando hacía milagros, cuando iba por todas
partes derramando amor.
Y pidámosle que abra su corazón, para que
de esa plenitud también nosotros podamos recibir cada día más el
Espíritu Santo. Porque lo necesitamos para vivir mejor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar¡¡¡VEN ESPÍRITU SANTO SIN MEDIDA A NUESTRAS VIDAS!!!.
ResponderBorrar¡¡¡MARANATHA!!!