viernes, 15 de julio de 2016

15 de Julio

Cuando uno ha sido tocado por el Espíritu Santo, puede vivir algunas experiencias gratis, sin estar pendiente de uno mismo. Es la capacidad de admirarse y de alegrarse por el otro, pero sin estar pensando que es algo mío, y sin estar buscando poseerlo para mí. En todo caso, me alegro de poder disfrutar algo con los demás, como algo nuestro, no como algo mío. Amo a Dios porque es un bien, no porque es mío, y aun cuando lo percibo como bueno para mí, en realidad el mismo impulso del amor me lleva a buscarlo como un bien para nosotros. Esta renuncia a ser el único, producida por el Espíritu Santo, es una forma de comprobar que realmente hemos salido de nosotros mismos. En esta renuncia a ser el único la recompensa no es más que el mismo amor que ama por amar, en una generosa ampliación del yo.

En este sentido debe entenderse la exhortación paulina a que "cada uno no busque su propio interés sino el de los demás" (1 Corintios 10,24), en el mismo contexto en que sostiene: "si un alimento causa tropiezo a mi hermano nunca jamás comeré carne" (8,13). Esta expresión -"que nadie busque su propio interés"- aparece también en Filipenses 2,4, donde el modelo que se presenta inmediatamente es el de Cristo que "se despojó a sí mismo" (2,7).

Pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe a hacer el bien gratis, no pensando tanto en nosotros mismos sino en las necesidades de los hermanos.

1 comentario:

  1. -/

    Dios nuestro
    Tú nos creaste para vivir en comunidad
    Quita de nosotros todo sentimiento de individualismo y Guíanos para vivir en una verdadera comunidad cristiana

    Donde compartamos con todos los dones que nos has regalado, y juntos vayamos edificando nuestra Fe,
    Donde vivamos como una sola unidad y un solo cuerpo; el cuerpo de la iglesia de Cristo
    Donde al sentir gozo un miembro del cuerpo , todos los demás miembros se alegran . Y al sentir dolor, todos los demás se solidarizan y apoyan

    Guíanos Dios nuestro

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