¿Le falta Espíritu a tu familia? ¿Le falta Espíritu a tu lugar de trabajo? ¿Le falta Espíritu a tu barrio?
Entonces estás llamado a realizar dos
cosas: En primer lugar, a invocar insistentemente al Espíritu Santo para
que se haga presente allí, en cada persona y en cada tarea, de manera
que vuelva a reinar el diálogo, el entusiasmo, la paz y la alegría.
Pero no basta orar, porque el Espíritu
Santo no quiere que seamos pasivos. Es necesario que le ofrezcamos
alguna cooperación de nuestra parte, porque él nos regaló muchas
capacidades que podemos utilizar para cambiar las cosas: nuestra
imaginación, nuestros intentos, los gestos que podamos realizar, las
palabras que podamos decir.
El Espíritu Santo quiere que seas su
instrumento para que, como decía Francisco de Asís, allí donde haya odio
pongas el amor, donde haya ofensa pongas el perdón, donde haya tristeza
pongas alegría, y donde haya tinieblas pongas su luz divina.
Espíritu santo convierteme en tu instrumento para lograr cambiar los sentí en tos de odio y resentido para lograr el perdón y la paz en mi familia. Para que los niños ser protegido del mal y pun dan crecer en sanidad y con amor guiados por la luz del espíritu de Dios
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