Es cierto que el Espíritu Santo quiere
hacer grandes cosas en nuestras vidas. Pero lo que cuenta no es la
notoriedad, la fama o los éxitos llamativos. Cosas grandes significa que
hagamos lo que Dios espera de nuestras vidas, aunque nadie descubra el
valor que tienen esas cosas. Lo importante es que cada uno sea lo que
debe ser, que ocupe el lugar que debe ocupar en el universo. Eso es
grande. Veamos cómo lo decía Martin Luther King:
“Si no puedes ser un pino sobre un monte, sé una hierba, pero sé la mejor hierba pequeña a la orilla del arroyo.
Si no puedes ser un árbol, sé un arbusto. Si no puedes ser una autopista, sé un sendero.
Si no puedes ser el sol, sé una estrella.
Sé siempre lo mejor de eso que eres. Trata de descubrir el proyecto que estás llamado a realizar y dedícate con pasión a cumplirlo en la vida.”
El Espíritu Santo puede ayudarnos a descubrir eso que debemos ser, y puede darnos la fuerza y la creatividad para que lo logremos de la mejor manera posible.
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