"Ven
Espíritu Santo, entra en mi pequeño corazón para que pueda reconocer la
grandeza del Padre Dios, y no le dé tanta importancia a mi imagen.
Regálame una gran sencillez, para que reconozca claramente que yo no
soy, ni puedo ser, el centro del universo. Entonces, los demás no tienen
la obligación de estar pendientes de mí, girando a mi alrededor.
Prefiero
girar alrededor del Padre Dios, para adorarlo, y alrededor de los
demás, para servirlos. Dame la gracia de ser más sencillo para vivir
feliz cada momento sin estar pendiente de mí mismo y de la mirada ajena.
Toma, Espíritu Santo, todos mis orgullos y vanidades, y quema todo eso con tu fuego divino. Dame la sencillez de los santos, la alegría humilde de Francisco de Asís, la generosidad desinteresada de Teresa de Calcuta.
Ven Espíritu Santo, y regálame esa profunda sabiduría de la sencillez interior.
Amén."
Toma, Espíritu Santo, todos mis orgullos y vanidades, y quema todo eso con tu fuego divino. Dame la sencillez de los santos, la alegría humilde de Francisco de Asís, la generosidad desinteresada de Teresa de Calcuta.
Ven Espíritu Santo, y regálame esa profunda sabiduría de la sencillez interior.
Amén."
Dios nuestro
ResponderBorrarFuimos hechos por Tí para adorarte y alabarte
Guíanos Dios a desempeñar nuestra misión con pasión y entrega
Que nuestra vida siempre gire alrededor de Tí
Que seamos un ejemplo de Fe y esperanza
Que vivamos siempre con alegría y gozo y podamos contagiar tu amor a todos aquellos que no han aprendido aún a sentirlo
Te rogamos Señor