El Espíritu Santo derrama en nosotros el fuego del amor, para que amar no sea una obligación, sino una necesidad, un gusto, una elección verdaderamente libre.
Cuando dejamos que el Espíritu Santo nos impulse al amor, entonces ya no somos esclavos de miles de cosas que tenemos que cumplir. Somos libres, porque nos brotan espontáneamente las obras que agradan al Señor.
Cuando el Espíritu nos ha transformado, la libertad cristiana es convertirse en esclavos de los demás (Gálatas 5,13), porque el Espíritu Santo nos libera de nosotros mismos para hacernos uno con el hermano y ganarlo para Cristo: "Siendo libre, me hice esclavo de todos" (1 Corintios 9,19). Y así, en lugar de perderla, ganamos la más preciosa libertad, la liberación que produce el amor. Porque un corazón generoso es un corazón liberado del peor de los males: la indiferencia.
📚 Autor: Mons. Víctor Manuel Fernández. ® Editorial Claretiana.
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Hoy le pediremos al Espíritu Santo que nos ayude a ganar la más preciosa libertad, que es la liberación que produce el amor, porque un corazón generoso es un corazón liberado del peor de los males que es la indiferencia.
ResponderBorrarEspíritu Santo ayúdanos ahcer lazos con nudos de amor con mis familiares en especial mis hijos y mis nietos...
ResponderBorrarVen, Espíritu Santo. Enciende en mí tu fuego, para que amar sea una necesidad, un gusto, una elección verdaderamente libre que nuestro corazón lo pida y sienta.
ResponderBorrarGracias 🙏
Gracias 🙏
Gracias 🙏
Amén 🙏