"Ven Espíritu Santo. Tú que eres como un viento
divino, dame la gracia de superar toda timidez y toda cobardía ante la
vida. Lléname de arrojo, de tu impulso, de tu valentía, de tu santo
empuje. Ayúdame a vivir con ganas las horas de este día, con una
esperanza siempre renovada, abierto al misterio de cada jornada. Porque
cuando logras entrar en un corazón, no lo dejas dormido, quieto,
inactivo. Siempre nos mueves a la vida, a la lucha, a salir adelante con
confianza, a buscar un nuevo encanto y a correr detrás de un sueño que
valga la pena.
Sácame de la apatía
para que no me encierre en mis problemas. Derrámate en mí con todo tu
empuje y entusiasmo. Tú sabes que a veces prefiero quedarme anclado en
mis comodidades y que le tengo miedo a los desafíos. Quema con tu fuego
toda cobardía y todo cansancio. Lánzame a la aventura de cada día.
Ven Espíritu Santo.
Amén."
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