Nosotros somos 
débiles y llevamos dentro muchas inclinaciones que nos arrastran a la 
mentira, al egoísmo, a buscar sólo el placer y la comodidad, a procurar 
nuestro propio bien aunque eso pueda perjudicar a otros, a encerrarnos 
en nuestras necesidades egoístas. Y nosotros no podemos dominar esos 
instintos si no nos dejamos sostener y fortalecer por el Espíritu Santo.
 Pero muchas veces nos engañamos. Creemos que nos dominamos a nosotros 
mismos, porque dominamos el ansia de comer, o porque no engañamos al 
cónyuge; pero quizás no sabemos dominar otras cosas: la vanidad, la 
tristeza o el egoísmo, por ejemplo. Cada uno tiene sus propias 
debilidades, y lo peor que nos puede pasar es que las ocultemos para 
engañarnos y engañar a los demás, porque de ese modo no podremos crecer.
San Pablo nos 
recomienda insistentemente: "Les encargo que procedan según el Espíritu y
 no ejecuten los deseos del instinto natural. Porque ese instinto desea 
contra el Espíritu, y el Espíritu contra el instinto... Si vivimos por 
el Espíritu, sigamos al Espíritu" (Gálatas 5,17.25).
No dejemos que 
nuestras inclinaciones más egoístas nos dominen y nos enfermen. Mejor 
entreguemos al Espíritu Santo el dominio de esas inclinaciones, y 
elijamos lo que el Espíritu nos propone.
Martes, 3 de Octubre, 2017
ResponderBorrarLos 5 Minutos del Espíritu Santo
Martes, 3 de Octubre, 2017
"Espíritu Santo, hay aspectos de mi vida que no están sanados, hay partes de mi ser que no están bien. Hay sectores de mi existencia donde no te he dejado entrar. Por eso mis alegrías siempre tienen manchas. Por eso siempre están dando vueltas las sombras de la tristeza y de la confusión.
Ven Espíritu Santo. Hoy quisiera mostrarte todo, sin pretender ocultarte nada. Quisiera que dialogáramos sobre las sombras que llevo dentro. Ven Espíritu Santo, porque quiero descubrir ante tu mirada mis más profundas rebeldías, esas cosas que no acepto de la vida. Quiero sacar afuera, con total sinceridad, esos reclamos y protestas que no me atrevo a expresar, pero que siempre merodean en mi interior revuelto.
Apaga mis enojos, aplaca mis quejas más escondidas, serena todo ese mundo inquieto que llevo dentro, cura todo rencor, todo mal recuerdo, toda desilusión. Nada de todo eso vale la pena. Son interferencias en el camino de la felicidad.
Por eso, ven Espíritu Santo, tú que puedes liberarme, ven."
VEN ESPÍRITU SANTO AYUDAME A LIBERARME!! Y LIBERA toda mi familia!! VEN!!
ResponderBorrarTambién hoy clamo a Ti. Ven a mí, Espíritu Santo, y obra Tus Maravillas!!!
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