Ahora te invito a meditar parte por 
parte, durante varios días, algunos trozos de la hermosa secuencia de 
Pentecostés, que comienza diciendo: "Ven Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz".
Cuando le pedimos que envíe su luz desde
 el cielo, esto no significa que él esté allá arriba, lejos de nosotros 
que estamos aquí abajo. 
Siempre imaginamos al Espíritu Santo 
llegando desde arriba, y levantamos nuestras manos a lo alto para 
invocarlo. Pero en realidad él ya está en nosotros, más cerca que nadie.
 Lo que hace falta es que nos transforme con esa presencia.
Sin embargo, nosotros miramos hacia el 
cielo, como si fuera a descender desde allí. Eso en realidad es un 
símbolo que nos recuerda que él nos supera, que está por encima de todo,
 que es Dios. Así como el cielo está por encima de nosotros y no podemos
 abarcarlo, eso vale con más razón para el Espíritu Santo, que es Dios. 
Nosotros no podemos pretender que ya lo conocemos, que lo podemos 
dominar, que lo podemos apresar y tenerlo bajo nuestro dominio. Aunque 
él habita en nosotros, al mismo tiempo nos supera, nos trasciende 
infinitamente. Si no podemos abarcar el cielo infinito, menos podremos 
abarcarlo a él. Por eso miramos hacia lo alto invocándolo, y por eso le 
pedimos que envíe desde el cielo un rayo de su luz.
Gracias Dios Padre por darnos el don del Espíritu Santo, del paráclito, del consolador, del Espíritu de la Verdad.
ResponderBorrarGracias. ESPIRITU SANTO POR ESTAR SIEMPRE PRESENTE A NUESTRO LADO ERES NUESTRO CONSOLADOR,PARACLITO NOS CUIDAS TE. AMO ESPÍRITU DE DIOS AMÉN.
ResponderBorrarAmen 🙏 Amen 🙏 hermosa Refleccion Dios los Bendiga 🙏🙏.
ResponderBorrar“ Eso en realidad es un símbolo que nos recuerda que él nos supera, que está por encima de todo, que es Dios. ”
ResponderBorrar"Ven Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz". AMÉN.
ResponderBorrarGRACIAS.